Se trata del "Thinking Blogger Award" y me lo ha concecido la sin par Rominita Chii . La filosofía del premio es que cada ganador premie a otros cinco blogs que le hagan pensar. Muchísimas gracias por las palabras que me has dedicado en la concesión del premio, las recibo con gran ilusión y satisfación, de verdad!
31 octubre 2007
¡Otra vez! :D
Se trata del "Thinking Blogger Award" y me lo ha concecido la sin par Rominita Chii . La filosofía del premio es que cada ganador premie a otros cinco blogs que le hagan pensar. Muchísimas gracias por las palabras que me has dedicado en la concesión del premio, las recibo con gran ilusión y satisfación, de verdad!
26 octubre 2007
De medias naranjas.. ¡Nada! ¡Naranjas enteras!
Bicheando un poco por “San Google” -santo patrón y salvador del internauta en apuros-, encontré de dónde proviene la expresión amorosa “la media naranja”. Según parece, tiene su origen en un mito que narra el poeta griego Aristófanes en la obra de Platón llamada El Banquete.
Mitos a un lado, es una expresión que no me gusta demasiado porque, en mi opinión, nos empequeñece e infravalora.
Sin duda, sentir que esa persona es el amor de tu vida es maravilloso, como decía una frase de Moulin Rouge, “lo más grande que te puede pasar es amar y ser correspondido”.
A veces, encontrar al amor de tu vida tarda en suceder o, incluso, puede no llegar a ocurrir nunca. Sin embargo, no es necesario encontrar a la media naranja para sentirse pleno y feliz. Yo no necesito encontrar a mi media naranja para sentirme completa, contenta y realizada con mi vida y las circunstancias que la rodean.
Porque suponerte una media naranja significa que estás incompleta por faltarte tu otra mitad. Y yo no me siento incompleta por no haber encontrado a la famosa media naranja. Es más, yo no quiero una media naranja que me complete! Quiero una naranja entera que me complemente! Lo cual es considerablemente diferente.
No somos medias naranjas que necesiten ir por el mundo buscando la media naranja que rellene el vacío que deja una mitad. Somos naranjas enteras, al menos yo me siento así, perfectamente capaces de ser felices siéndolo, ya viajemos por la vida solos o acompañados.
25 octubre 2007
Premio Blog del Día y Premio Blog Solidario
2º- Elegir un mínimo de siete blós que estimes que se han destacado por alguna razón. Tema, belleza, poesía, diseño, originalidad, etc.. Poner sus nombres y los enlaces a ellos y avisarles. (A su bló).
3º- (Opcional). Exhibir el premio en tu bló.
Ambos premios conceden la posibilidad de continuar la cadena pero como, en breve, tendrá lugar la ceremonia de entrega de los Angie de Plata en este mi humilde bló, prefiero reservarme la concesión de premios hasta ese día, pues tampoco quiero que esto de los premios pueda resultar repetitivo. Así que voy a tomarme la libertad de incumplir la segunda regla.
No obstante, aunque en ambas ocasión fui gustosa a recoger agradecida mi premio, tampoco quería dejar de mostrar mi agradecimiento en mi bló.
Qué ilusión, ahora mismo voy a ir a comprarme una vitrina!!! :D
PD: Un alma caritativa que me diga qué html tengo que poner en la plantilla para poder colgar los dos premios en mi bló...???????
23 octubre 2007
Angies de Plata
Entrega del máximo galardón: los Angie de Plata
El próximo 8 de noviembre tendrá lugar la ceremonia de entrega de los Angie de Plata.
Optarán al preciado galardón todos aquellos que alguna vez hayan visitado el mundo de Angie dejando constancia de ello (excluidos de nominación alguna aquellos que no la dejaron, por imposibilidad de saber que han venido por aquí).
Se establecerán varias categorías, siendo posible que un mismo candidato pueda optar y ganar la estatuilla en más de una de ellas. Categorías que la organización ha decidido no dar a conocer en aras de proporcionar cierto halo de misterio en torno a los premiados, así como para evitar las conjeturas y posibles filtraciones que siempre surgen en este tipo de eventos.
En el Mundo de Angie, a 23 de octubre de 2007.
Organiza: Angie de Plata S.A.
22 octubre 2007
La historia se repite :S
Pues eso, que a eso se debe mi despiste de los últimos tiempos; a que, una vez más, he tenido que pasarme varios días haciendo reposo en la cama. Estos días conseguir estar más de media hora sentada en una silla sin que me empezara a molestar tremendamente el lumbago era casi tanto reto como subir al Everest vamos!
Pero bueno, ya parece que poco a poco voy estando mejor. Espero no volver a repetir en mucho tiempo estos días de la marmota tan fastidiosos que estoy teniendo en este mes si no, a este paso, el del videoclub se va a hacer rico a mi costa!
Por cierto, aunque ya estoy mejor, alguien sabe de alguna web en la que se vendan espaldas nuevas a buen precio? (ofrezco jugosa recompensa para quien la encuentre buceando por el google..)
11 octubre 2007
Todo irá bien
03 octubre 2007
A...
Aba an al matra, da camana a la afazana caanda ma parcatá da qaa la ganta hablaba rara. Ara cama sa, da baanas a pramaras, tada al manda hablara an chana. Para baana, qaá la pasa a tada al manda an la baca?! sará pasabla?! sa han vaalta tadas lacas? -pansá para más adantras-.
Llagaá al trabaja a ma valvaá a pasar la masma. Mas campañaras ma dazáan alga al varma antrar para ya na antandáa nada. Craa qaa ma daban las baanas dáas para, raalmanta, na astaba sagara. Da rapanta, na antandáá nada da la qaa la ganta ma dazáa.
Ya las hablaba a las pragantaba qaá astaba pasanda. Pragantá a tadas, a ma jafa, a mas campañaras, hasta a an mansajara qaa vana a dajar an paqaata! Para ara ana canvarsazaán da basagas: allas ma pragantaban la masma, qaa qaá parras ma pasaba qaa sa ma habáa vaalta laca? Qaa na ma antandáan al hablar. Ara ana sansazaán da ampatanzaa tatal! Dasda laaga, asta as paar qua Babal!Quá lacara! -pansá-.
Caanda ya ma pazaanzaa ampazaba a dasaparazar a ma ancantraba al barda da an ataqaa da narvaas par na sabar qaá astaba pasanda, da rapanta....
Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiinggg, Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiingggggggggg! Riiiiiiiiiiiiiiiiiinggggggggggg!!!!!!
Por una vez me alegró que me sonara el despertador a las 7 de la mañana! Todo había sido un sueño. Uno de tantos sueños extraños que suelo tener. La gente había olvidado el resto de vocales y todo el mundo hablaba con la A, nadie sabía hablar de otra manera. Por un momento pensé que mi sueño era real. Valiente tontería...!
Como todos los días, me levanté, desayuné y me fui directa al trabajo. Aún así, me invadía una sensación extraña... "Qaá sansazaán tan rara tanga dasda qaa ma ha lavantada. Ma astará valvaanda laca...?"
01 octubre 2007
¡Venga Bodas! Pues.. ¡Toma No-Bodas!
BALANCE DE LOS ULTIMOS 3 AÑOS:
Quince bodas (en ninguna de ellas era yo la radiante novia) y una cantidad de dinero más que considerable empleada en el regalo a los novios y, cómo no, en ropa y complementos.
Si me pusiera a hacer cálculos, estoy convencida que todo ese dinero me hubiera dado, por ejemplo, para hacer una de las cosas que más me gusta en el mundo: viajar. Y seguramente hubiera tenido más que suficiente para cruzar el charco (cosa que estoy deseando volver a hacer desde hace 12 años), y hacerme un viajecito curioso por cualquier país de Latinoamérica, el que sea, porque me atraen todos.
A lo largo de mi vida, he ido a muchas bodas. Cuando era pequeña, lógicamente, eran mis padres los que hacían el regalo a la pareja en cuestión. Pero llegó un día en que la pequeña Angie creció y empezó a ser invitada a infinidad de bodas. Bodas de amigas y amigos que se casaban, bodas de compromiso profesional, etc..
Hay gente para quien tener que ir a este tipo de celebraciones resulta un auténtico coñazo; a mi, realmente, no es algo que me disguste. Por lo general, me gusta ir a las bodas (convite incluido, claro). Sí que es cierto que las ganas están directamente relacionadas con los novios y también con los invitados.
Evidentemente, a las bodas que he ido por compromiso laboral, he ido con un poco menos de entusiasmo, la verdad. En cambio, cuando la boda era de algún amigo, por supuesto, me he divertido mucho, me he emocionado, en definitiva, siempre lo he vivido como algo especial: mi amigo/a se casaba! Y ni que decir tiene que el regalo que les hice, lo hice más que gustosa, sin que me pesara en momento alguno (que conste que esto es totalmente cierto, a pesar de lo que a continuación diré!).
Ahora bien, independientemente de esto, si nos ponemos a quitarle todo lo que de romántico tienen las bodas, pensando en todo esto se me ocurrió algo...
Si de aquí a un par de años o tres no celebro mi propia boda, cosa que, por el camino que voy, puede ser probable... jaja (en teoría ya tendría que ser rica gracias a mi fortuna en el juego. Ja..) estoy pensando seriamente en celebrar mi “NO BODA”.
Pues sí, mi no boda. Y simplemente lo haría, digamos que por una cuestión de justicia.
Cuando alguien se casa y te invita a su boda, lo normal es que, si no quieres quedar fatal y no te escaqueas de mala manera (que casos se han dado) hagas un regalo a la pareja (normalmente, dinero, porque es lo único que quieren como regalo. Al menos, en España, no sé si también se estila esto en otros países).
Cuando esos dos que se casaron, tienen su primer hijo, lo normal es que, si te une una amistad con ellos, le hagas un regalo ante tan feliz acontecimiento.
Cuando después de ese primer retoño, llega el segundo, vuelves a hacer un regalito a la pareja. Y así sucesivamente si llegaran más (cosa que, por otro lado, en los tiempos que corren se convertiría en toda una hazaña digna de los más grandes hidalgos, pero eso es otra historia...).
Igual cuando llega la comunión de tales retoños si es que también te invitan (cosa que será bastante probable si la relación que te une a la pareja es fuerte y sólida): otro regalito para la lista...
Total, que a lo largo de tu vida, y de las suyas, te gastas una pasta gansa en regalos de boda, bautizos, comuniones y fiestas de guardar! Que lo único que te ahorras es el regalo por divorcio, si éste llegara a ocurrir. Y porque no hay costumbre de celebrar eso, o más bien, no hay costumbre de regalar (porque celebrar, seguro que lo celebra más de uno...), si no... regalo que te crió! Suerte que aún no se ha convertido en una costumbre generalizada en la sociedad porque entonces, ya no nos libraríamos ni de eso!
Y ahora yo pienso...
Si yo no me caso, no hay regalo de boda.
Si no tengo hijos, no hay regalo.
Si no tengo hijos que hagan la comunión, evidentemente, tampoco hay regalo.
Con lo cual, si no me caso, los únicos regalos que voy a recibir a lo largo de toda mi vida serán los que me hagan cada año en las Navidades y en mi cumpleaños (qué menos..!).
Así que, ¿aparte de eso, no voy a tener más regalos? ¡No es justo!
No, por independizarte e irte a vivir sola nadie te regala nada. Tampoco te regalan nada, si en vez de casarte, simplemente, te vas a vivir con tu pareja. Seguramente, los casados pensarán... “Vamos hombre, estaría bueno!” Pero si lo pensamos, en el fondo, es lo mismo, no? La única diferencia es que los novios que se casan se van a vivir juntos (si es que no viven juntos ya) y, en cambio, yo, me voy sola, y los novios que no se casan, simplemente, se van a vivir juntos, sin matrimonios (civiles o religiosos) de por medio.
Así que, por qué tendría que ser tan raro que yo organizara un convite al que invitara a familiares, amigos, compromisos profesionales y conocidos (por ejemplo, los compromisos de tus padres, que, dicho sea de paso, a veces son más invitados que los tuyos propios). ¿Por qué habría de ser tan descabellado? Al fin y al cabo, sería lo mismo, no?
Apartando a un lado la alegría que te da y la ilusión que te hace que tus invitados (no todos) vayan a tu boda porque quieres compartir con ellos ese día, en términos estrictamente económicos, podríamos reducirlo a... Convite = Regalo.
Así que supongamos (para estar en igualdad de condiciones) que organizo un convite para compartir con mis invitados la ilusión que me hace empezar una nueva vida: mi vida de soltera independiente. Lo más lógico sería que todos mis invitados me hicieran un regalo, no? Por supuesto, en dinero, porque mi lista de no-bodas también estaría completa y en las invitaciones también daría mi número de cuenta bancaria para que me hicieran el ingreso (de nuevo decir que eso se estila en España, no sé en otros países).
Celebrar mi No-Boda sería, por decirlo de alguna manera, la única forma de hacer justicia para conmigo (y para con todos los que se van a vivir juntos sin casarse) y mi bolsillo. Sería la única forma de que, todo el dinero que te has ido gastando a la largo de todo este tiempo, revirtiera a ti de alguna forma.
Así que, por estas razones, he decidido que si no me caso nunca, celebraré mi no-boda! Y aquél que me diga que ¿qué pasa si celebro mi no-boda y, al final, me caso? Todo aquél que me diga que la vida da muchas vueltas y que ¿quién me dice a mi, que un día de estos conozco al hombre de mi vida y me caso?
Mi respuesta será firme y clara... “Efectivamente, llevas razón, nadie sabe qué nos depara el futuro así que, querido, si yo celebro mi no-boda y al tiempo acabo casándome, pasará lo mismo que cuando uno se casa y al tiempo se divorcia... ¡qué mala suerte! ¡los regalos de no-boda TAMPOCO tienen devolución!”.